No dijo nada nuevo, nada que no sepan los inversores desde hace meses. Simplemente nos recordó que la Reserva Federal va a seguir apoyando la economía durante mucho tiempo. No van a subir tipos este año y no tiene pinta de que vayan a cambiar el ritmo en 2023, ya que once de los dieciocho miembros no están convencidos de que el repunte de la inflación pueda sostenerse en el tiempo. Otra cosa es el largo plazo, donde piensan que los tipos volverán al rango 2-3%. Parece una quimera vista desde la perspectiva europea. Tampoco alteraron el ritmo de su compra de activos, que se mantuvo en los 120.000 millones de dólares mensuales.
En cuanto a la economía, la Fed dibuja un escenario futuro de crecimiento elevado, especialmente en 2021, con inflación controlada. Se mejoran las perspectivas de crecimiento económico (PIB) de este año hasta el 6,5% por el impulso fiscal de Biden y la tasa de paro podría caer hasta el 4,5%, recuperando los niveles pre-COVID en 2023. Asimismo, se elevan también las perspectivas de inflación hasta el 2,4% este curso, pero manteniendo la visión de que esta siga estando controlada en el medio plazo en el entorno del 2%.
Sea como fuere, las bolsas norteamericanas recibieron las noticias con máximos históricos (a excepción del Nasdaq, que aún tiene recorrido por delante). Los mercados europeos no disfrutaron de las noticias de la reunión monetaria al otro lado del Atlántico, cerrando de manera mixta. En cambio, los mercados asiáticos se han apuntado a los avances durante esta madrugada. A nivel sectorial, las acciones tecnológicas lideraron el avance en muchos mercados.
En los mercados de renta fija, los bonos del Tesoro de EE.UU. se comportaron de manera dispar tras la decisión política de la Reserva Federal y la conferencia de prensa del presidente Powell. Los bonos a corto plazo registraron ganancias modestas, con tasas de rentabilidad a dos años en el 0,13%, ya que la Fed espera que su tipo de interés clave se mantenga cerca de cero hasta 2023. En cambio, los bonos a más largo plazo cayeron después de que Powell comentara que la política monetaria actual es apropiada y no se mostró molesto con las rentabilidades de los bonos más altas.
En cambio, la decisión del Banco Central de Brasil de subir los tipos de interés en 0,75 puntos porcentuales hasta el 2,75% anual, lo que supone su primer alza después de casi seis años en un intento por contener el aumento de la inflación, sí que provocó movimientos dentro de los mercados de renta fija emergente.
Hoy estaremos pendientes de lo que diga el Banco de Inglaterra de cuya política no esperamos cambios. La reunión llega en un momento clave, ya que el gilt británico, es decir, el bono de referencia a diez años, ha vivido un fuerte repunte en las últimas semanas por el temor a la inflación. Una actitud flexible en línea con el resto de bancos centrales para frenar una subida rápida e indeseada de las rentabilidades exigidas a la deuda pública que ponga en entredicho la recuperación económica. En el plano macro, la atención estará en EE.UU. en la encuesta manufacturera de Filadelfia.
Buen día.