Ayer fue festivo en Reino Unido y Estados Unidos. O lo que es lo mismo: fue festivo en la City y en Wall Street. Cuando esto sucede, los mercados suelen vivir una sesión de transición, sin mucha pena ni gloria y sin un rumbo definido. Pero ayer era un día propicio para, después de tantos meses de agonía e incertidumbre, pensar en las vacaciones de verano. O eso debieron pensar los inversores, confirmando que el calor la sangre altera (versión personal del refranero popular).
Las principales plazas europeas acababan el día con avances gracias a un renovado optimismo sobre la reapertura de las economías comunitarias, que parece ir más rápido de lo esperado, con la actividad recuperándose en la medida de lo sanitariamente permitido. Es, evidentemente, una buena noticia para nuestro maltrecho país que Alemania se esté planteando que sus ciudadanos puedan circular por Europa libremente a partir del 15 de junio y que España pueda recibirlos desde el 1 de julio. Si no fuese porque las encuestas para elaborar el IFO publicado ayer se realizaron hace alguna semana, diría que el renovado optimismo germano tiene algo que ver con las playas de Mallorca.
Dicho esto, lo que les queda pendiente a los socios europeos es la aprobación del “Fondo para la Recuperación” apoyado por Alemania y Francia pero con la ferviente oposición de naciones como Austria, Países Bajos, Suecia o Dinamarca. El principal escollo sigue siendo que la ayuda a los países más afectados (también conocidos como los países del sur) llegaría en forma de transferencias y no de préstamos que deberían ser devueltos. Sr. Sánchez, si me lee, permítame un humilde consejo: recuérdeles lo duro que puede ser un verano en aquellas latitudes sin el calor, sin la arena, sin ponerse del color del cangrejo, sin su sangría, sin su paella o sin su “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”.
En otro orden de cosas, la tensión entre Estados Unidos y China continúa. Bien sea por Hong Kong, por los nuevos requerimientos de información para que las compañías asiáticas sean negociadas en Nueva York o por la gestión de la pandemia. Trump y Xi siempre tendrán una razón para enfrentarse.
Y finalmente, en el ámbito biomédico, Novavax, una biotecnológica americana, anunciaba el inicio de sus ensayos en humanos de su vacuna frente al coronavirus. La carrera por el fármaco está siendo dura y numerosa, casi tanto como la de las fases en España, pero en su caso, solo puede quedar uno.
Buen martes.
Llámanos 
