Los mercados financieros experimentaron una semana vertiginosa, ya que del optimismo poselectoral pasamos a las dudas inversoras. Los máximos históricos dieron paso a la cautela, de ahí que los inversores tuvieran que digerir datos económicos mixtos, incertidumbre política y el firme enfoque del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sobre los tipos de interés. La semana reflejó un delicado equilibrio entre la esperanza y la vacilación, con la renta variable, los bonos y las criptomonedas turnándose en el centro de atención.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron, impulsados por las preocupaciones inflacionarias derivadas de los agresivos planes económicos de Donald Trump y las posibles políticas arancelarias. Las acciones de Boeing se tambalearon debido a problemas de producción y huelgas de trabajadores, lo que pesó aún más sobre el Dow Jones. La perspectiva cautelosa de Wall Street se agudizó cuando Bank of America señaló que la exposición de los inversores a acciones estadounidenses se encuentra en máximos de once años, lo que suele anticipar tomas de beneficios.
Los datos de inflación de EE.UU. ofrecieron poca sorpresa, pero mantuvieron en el foco a la Reserva Federal. La inflación subyacente subió un 3,3% interanual en octubre, lo que provocó debates sobre sus implicaciones en el coste de los préstamos. Los funcionarios de la Fed señalaron su compromiso de monitorear de cerca las tendencias de la inflación, con los mercados cada vez más inciertos sobre el camino de los futuros ajustes de tipos.
Los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, fueron relativamente agresivos, reduciendo las expectativas de recortes inminentes del precio del dinero. Este cambio de actitud golpeó duramente a la renta variable, y los principales índices registraron sus pérdidas más pronunciadas de la semana el viernes. Los datos de inflación mayorista revelaron aumentos de precios más firmes de lo esperado, lo que fortaleció la determinación de Powell de mantener un enfoque mesurado de la política monetaria.
Pero como decíamos, el viernes fue un día relativamente malo, sobre todo en el caso americano (Nasdaq -2,4%, S&P 500 -1,32%, Dow Jones -0,7% y Russell 2000 -2,24%), mientras que algún índice europeo, como el Ibex y el PSI subían. Por su parte, el euro/dólar terminaba la semana en 1,054, el diez años americano en el 4,44% y el bund en 2,35%.
Esta semana estará marcada por la autorización de Biden a Ucrania del uso de misiles americanos en Rusia. Pero también conoceremos importantes cifras macroeconómicas: los PMI de las principales economías del mes de noviembre, las cifras de IPC europeas de octubre, datos inmobiliarios de EE.UU. y la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan y la de la eurozona. Además, tendremos la revisión el PIB de Alemania del tercer trimestre de 2024.
Buena semana.