Pocos son los que no tienen vértigo a los niveles alcanzados por los índices de renta variable, especialmente en el caso americano donde seguimos rompiendo máximos históricos en los tres índices y dejando en ridículo la cota de los 20.000 puntos del Nasdaq.
Pero el hecho es que la macroeconomía sigue dando razones a los inversores para sentirse cómodos, y eso es buena señal. Ayer conocíamos los índices de actividad preliminares del mes de febrero, tanto en Europa como en EE. UU., que dejaban patente el buen estado tanto del sector servicios como el manufacturero. En Europa el PMI compuesto alcanzaba los 56 puntos frente a 54,3 esperados, lo que supone la mejor lectura desde abril de 2011, y es de destacar que tanto Francia como Alemania presentaban registros muy positivos contribuyendo ambos al crecimiento de la región.
La nota negativa nos venía, de hecho, desde EE.UU., donde las mismas lecturas quedaban por debajo del consenso de los analistas, aunque aún en niveles superiores a los 50 puntos. Así, la lectura manufacturera dejaba un registro de 54,3 vs. 55,3 esperados, mientras servicios en 53,9 vs. 55,8 del consenso. Esto no fue óbice para que los índices subieran en torno al medio punto porcentual, más pendientes del buen ritmo de recuperación económica y con la atención en el acta del FOMC que se publicará esta tarde.
En este sentido, el dólar era el principal termómetro de las expectativas de subidas de tipos en el país de las oportunidades, especialmente aupado por los comentarios de diferentes presidentes regionales de la Reserva Federal y que invitan a subidas del precio del dinero en el corto y medio plazo.
Buen día.
Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones
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