El riesgo Corea está ahí y no se va a ir mientras siga en pie esta reedición de la «crisis de los misiles», pero es que encima ahora que Harvey ha abandonado Texas se avecina la «huracana» Irma por el Caribe. Con este cóctel quizás haya que jugarlo todo al as de Draghi, que con la reunión de mañana tiene mucho que decir sobre por dónde van a ir los mercados de capitales en el muy corto plazo.
Quizás por la lejanía de la detonación de bombas de destrucción masiva o porque las catástrofes naturales aquí en Europa son de menor entidad es por lo que no parece que el impacto sobre la actividad real sea tan inmediato. Los PMI finales de agosto no han sido capaces de seguir escalando como en los meses precedentes, si bien se mantienen en niveles lo suficientemente elevados para que se pueda hablar de unas perspectivas de crecimiento sólido en la zona euro de cara al trimestre en curso y el siguiente. Además de que esto debería venir a partes relativamente iguales de las manufacturas o los servicios.
De nuevo ha vuelto a reflejarse la diferencia que marca el canal de la Mancha, pues del PMI de servicios británico, especialmente importante si recordamos el peso de la City, se extrae que las consecuencias negativas del brexit persisten al alza mientras las negociaciones siguen varadas.
A los frentes diplomáticos y climáticos se tiene que añadir el de la política monetaria del señor Trump. Hasta tres miembros de la Reserva Federal dieron ayer un mensaje que choca con las posiciones más ortodoxas que apoyan normalizar los tipos de interés. Y es que, como se entiende que cotiza el mercado, la tendencia a la baja de las expectativas de inflación puede posponer la siguiente subida del precio del dinero en EEUU. Al menos sí se puede afirmar que existe algo más de convencimiento respecto a empezar a reducir el sobrealimentado balance de la Fed, por lo que el impacto sobre la rentabilidad de los Treasuries puede tener otro aliado listo para entrar en batalla.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
Llámanos 
