Ayer fue un día aciago, no solo por la derrota de España, sino por unos mercados que flojearon a la vista de los datos macro y del comportamiento del petróleo consiguiendo que los índices europeos y americanos —exceptuando el Nasdasq— cerraran a la baja y donde los valores cíclicos experimentaron fuertes caídas a favor de valores defensivos y hacia los de crecimiento, especialmente los tecnológicos.
Los datos macro no acompañaron con un ZEW alemán muy flojo (63,3 vs. 75,2 esperado vs. 79,8 anterior) y un ISM americano que pasó de 60,1 vs. 63,5 esperado, consiguiendo que los inversores apostaran por la toma de beneficios, lo que nos llevó a una fuerte caída de la rentabilidad del bono americano a 10 años desde 1,45% a 1,35%. Quedan ya muy lejos los niveles de 1,75% y esa opinión generalizada por el mercado de ver el 2% a corto plazo.
También acompañó la nueva estrategia del gobierno chino evitando que las compañías solo coticen en Nueva York sin contar con Shanghái para tenerlas más controladas y que sean menos independientes de la regulación china. Así lo vimos con Didi Chuxing que caía casi un 20% por la retirada de sus aplicaciones de todos los servicios de descarga. Las bolsas asiáticas a la baja…
Y todo esto acompañado por datos más preocupantes de la pandemia: Sidney decretando unas semanas más de confinamiento, ciudades europeas pidiendo limitaciones en el ocio y restauración y Japón estudiando la prohibición de público en la celebración de los Juegos Olímpicos.
Y para más desconcierto, el precio del petróleo con un movimiento de más a menos. Los precios aumentaron a principio de la sesión por la incapacidad de la OPEP de llegar a un acuerdo, pero luego se fueron desinflando por el miedo de que el poco entendimiento de los países miembros de la OPEP consiga que cada uno decida por su cuenta, incrementando sus producciones, lo que rebajaría considerablemente el precio del crudo.
Y los grandes ganadores fueron los bonos. También en Europa, donde el bono alemán a 10 años sigue subiendo en precio, pasando de -0,17% a -0,28%… y aún más sorprendente el bono de España, desde niveles próximos a 0,50% a los actuales 0,32%… Y todo esto hace que los bonos estén más soportados y que sigamos confiando cada vez más en que el BCE está para quedarse.
Hoy todos los ojos están puestos en el acta de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) donde veremos un posible giro más hawkish apostando por una reducción de las políticas monetarias ultraexpansivas a corto plazo. Si no es así, el mercado de nuevo rebotará y el día de ayer se olvidará —exceptuando los penaltis de Morata y de Dani Olmo—.
En todo caso, no hay mal fondo, sino un descanso bien merecido después de muchas jornadas con cierres positivos. Y ahora todos a esperar los resultados empresariales que afiancen aún más el mercado.
¡A por el miércoles!
Llámanos 
