Ayer comentábamos que se esperaban sesiones tranquilas a la espera de Jerome Powell. Pero no, o al menos no en Europa. Tanto las bolsas como los bonos periféricos sufrieron una agitada tarde. Confuso por la hora a la que empezó, pues si bien es cierto que los datos de confianza europeos (industrial, económica, de servicios, sentimiento empresarial…) se deterioraron y el crecimiento francés se quedó por debajo de lo esperado, esto fue de buena mañana. Por la tarde, pudo ser Boris Johnson, de gira por el Reino Unido, con sus nuevas amenazas sobre un brexit duro o que, de repente, se alineasen los astros para que muchos inversores pensasen a la vez que, quizá, una bajada de tipos en Estados Unidos, significa que el ciclo expansivo no es infinito ni para ellos.
Ni las bolsas americanas ni las asiáticas replicaron este comportamiento. Estas sí que deben de estar pendientes del resultado, que conoceremos hoy, de la reunión de la Reserva Federal. Nada que no hayamos dicho ya, esperando el recorte de 25 puntos básicos con efecto placebo para los mercados.
Por no perder la costumbre mencionaremos que el momento más intenso de esta ronda de negociaciones entre China y Estados Unidos también se producirá hoy, aunque no parece que vayan a solucionar todas sus discrepancias de forma instantánea. Menos teniendo en cuenta que ayer Trump volvía a la carga acusando a sus interlocutores de no cumplir con lo acordado hasta ahora.
Buen día.
Llámanos 
