Ayer fue un día de los que acaban rojos dentro de este mar de sesiones positivas al que asistimos tras las caídas del último trimestre de 2018. Tampoco fue una caída muy relevante: ¡Más se perdió en Cuba!
Dos elementos contrapuestos guiaron el comportamiento de los principales índices: por un lado, que el ritmo del contagio del coronavirus en China se mantenga estable e, incluso, en algunas regiones vaya descendiendo poco a poco es una buena noticia. Pero por otro, los casi dos meses completos que esta crisis lleva afectando a la actividad económica de la región son inevitables, y Apple y HSBC se apresuraron ayer a reconocer que se verá reflejado en sus resultados de este primer trimestre de 2020.
La Reserva Federal americana, por su parte, no cree que el impacto que esta cuestión pueda tener en la economía americana justifique ningún movimiento. En voz de Robert Kaplan, miembro del Comité de Mercado Abierto y presidente de la Fed de Dallas, el mensaje transmitido fue que los tipos se encuentran en el nivel adecuado para este año. No olvidemos que es año electoral, así que, si no ocurre ningún cataclismo, la máxima de la institución será “no toques, ¿por qué tocas?”.
Mencionaba las elecciones estadounidenses que se celebrarán en noviembre y que se están poniendo interesantes con las primarias demócratas. Michael Bloomberg, que hace semanas contaba con muy poco apoyo, parece ahora colarse en las encuestas solo por detrás de Bernie Sanders. Además, si alcanzase la Casa Blanca, podría provocar una de las operaciones corporativas del lustro, pues voces autorizadas dicen que se plantearía vender la empresa que lleva su apellido, de la que posee un 88%.
Ese hipotético movimiento se sumaría a los que conocíamos ayer. Sin salir del contexto en ningún caso, el sector bancario europeo continuaba con su proceso de integración al saberse la intención de la italiana Intesa Sanpaolo de adquirir la también transalpina UBI Banca por 4.900 millones de euros. Además, Franklin Templeton daba la sorpresa al anunciar la compra del 100% de Legg Mason por 4.160 millones de dólares, convirtiéndose así en la cuarta gestora a nivel global por volumen de activos con 1,5 billones de dólares bajo gestión.
Y aquí, mientras tanto, el Gobierno aprobaba las llamadas tasa Google y tasa Tobin. Estemos de acuerdo o no con ambas, la polémica más importante está en el primer caso: si bien algunos de nuestros vecinos europeos ya tienen figuras similares, la diferencia es que en España se gravará también por la venta de datos que las empresas obtengan de los usuarios. Datos que, no se olviden, no son del Gobierno, son de cada uno de nosotros, que somos quienes los generamos. La ministra Carmen Calvo, igual que dijo que el dinero de Hacienda no era de nadie, quizá ahora podría decir que los datos tampoco tienen dueño. Pero bueno, yo estoy tranquila porque seguro que el dinero que se recaudará con mi información se me devolverá vía rebaja de otros impuestos directos, ¿no?
Buen miércoles.
Llámanos 
