Ayer las bolsas europeas cerraron con suaves caídas, sin la referencia de Wall Street, que estuvo cerrada por el Día de los Presidentes. El Ibex cedía un 0,55% y cerraba por debajo de los 9.300 puntos, el CAC francés se dejaba un 0,16% y el DAX alemán apenas un 0,03%. En el mercado de deuda, subía ligeramente la rentabilidad de los bonos, situándose el Bund al 2,45. Destaca la emisión de letras alemanas a un año, que pasó de 2,72% a 3,12%.
Fue un día tranquilo desde el lado de los mercados, pero con muchas noticias geopolíticas que llamaron nuestra atención. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó por sorpresa la capital ucraniana, en la misma semana en la que se conmemorará el aniversario de la invasión rusa y a la espera del mensaje sobre el estado de la nación que pronunciará Putin, que sin duda estará marcado por la visita de Biden y por la situación de la guerra.
Por si esto fuera poco, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken advirtió en Ankara que Pekín podría estar ayudando militarmente a Moscú, algo que fue desmentido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, afirmando que el país asiático se mantiene fiel a sus principios y su compromiso de promover conversaciones de paz y desempeñar un papel constructivo para buscar el final en el conflicto bélico. Sin duda, cruce de comentarios que solo ayudan a generar mayor tensión y en ningún caso a apaciguar los ánimos.
Y para que la fiesta no decayera, Corea del Norte empezó a animar la tensión el pasado sábado disparando un misil balístico que cayó en la zona exclusiva de Japón, y este lunes disparó otros dos misiles balísticos de corto alcance tras las maniobras aéreas de Estados Unidos y Corea del Sur del pasado domingo. La hermana de Kim Jong-un afirmó que el uso del Pacífico como campo de tiro dependerá del comportamiento de las fuerzas estadounidenses. Siempre hay una reina en todas las fiestas.
El mercado sigue digiriendo el buen/mal dato de inflación americana del pasado jueves, donde la inflación se relajó menos de lo esperado, pero sigue con su tendencia bajista. Sin embargo, el mercado se dio cuenta de que para reducir la inflación se va a necesitar mucho tiempo y que los movimientos serán cada vez más erráticos, más lentos y con menor intensidad. Como muestra el grafico, el mayor peso de la inflación se encuentra en el sector servicios y en el alimentario, con la energía ya solo pesando el 0,64% del IPC.
El buen comportamiento tanto del mercado bursátil como del de bonos en este inicio de año se ha frenado en seco e invita a pensar que estos datos de IPC se trasformarán en un aumento de los tipos, más altos de lo esperado por el mercado, y tardarán mucho más en bajar. Y esto también se sucederá en la eurozona.
Es muy probable que tanto la economía europea como la americana esquiven la recesión (aunque vemos todavía datos débiles como los datos adelantados, PMI o sentimiento económico) y que los tipos se mantengan sin cambios durante este año y el próximo, al menos hasta que la inflación consiga el objetivo de los bancos centrales.
Nuestro objetivo esta semana será el dato del viernes con la publicación del PCE del consumo americano, el dato de inflación en el que más se fija la Fed al ser un dato dinámico que refleja el gasto real de los consumidores y que nos indicará cómo debemos posicionarnos en las carteras.
Hoy se publican los datos de PMI manufacturero en la zona euro, sentimiento económico (ZEW) en Alemania y el PMI manufacturero y ventas de viviendas usadas en EE.UU. En relación con los resultados empresariales, hoy publican Enagás, Engie, Rovi, Home Depot y Walmart entre otros.
Feliz martes.
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