Año nuevo y pocos cambios

Nuevo año, pero casi los mismos temas a tratar que el pasado.

Por el lado de la Fed, los diferentes gobernadores se han sumado a una batalla mediática por vaticinar cuál será el número de subidas de tipos en 2017, siendo incluso los más laxos, como Rosengren (Fed de Boston), los que consideran que la actual coyuntura económica aconseja una política monetaria diferente.

Mientras, en el Viejo Continente, las declaraciones de Theresa May nos dejan nuevos titulares. Su postura a favor de un hard brexit en la antesala de solicitar la aplicación del artículo 50 del Tratado de Lisboa mantiene en vilo a la libra, que continúa su depreciación respecto a la cesta de principales divisas. No obstante, la simpatía de este efecto en la cuenta de resultados de compañías exportadoras permite al FTSE británico mantener su senda alcista.

Y como no podía ser de otra manera, el petróleo vuelve a ser trending topic. Así, los elevados niveles de producción en diciembre, en este caso de Irak, continúan poniendo en entredicho la viabilidad de los acuerdos alcanzados en Viena. Pero no sólo Irak es quien amenaza al precio del oro líquido, sino que el crecimiento del número de plataformas petrolíferas en EE.UU., así como su intención de poner en el mercado más de 9 millones de barriles de sus reservas, va a continuar poniendo presión a la materia prima que ayer se dejaba cerca de un 4% en su modalidad Brent.

Por otro lado y en el plano macro, los precios a la producción en China crecían a su ritmo más alto desde 2012 (5,5%), superando la previsión del consenso de 4,6%. No obstante, el IPC caía al 2,1% frente al 2,3% del mes anterior.

Buen día.

Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones