Podemos hablar de la variante delta, de las vacunas, de los Juegos Olímpicos o de cuál es la canción del verano (si es que hay), pero todos estos temas quedan en un segundo plano cuando algún miembro de la Reserva Federal, o del Banco Central Europeo en menor medida, dejan entrever algún detalle de lo que planean hacer con la política monetaria de la que están encargados. Y si el que habla es el presidente de la Fed, con mayor razón. La tradicional comparecencia ante el comité bancario del senado americano, que se produce dos veces al año, ha sido, esta vez, el escenario en el que Powell ha intentado calmar, nuevamente, los nervios de los inversores. Como viene siendo habitual, ha defendido la actuación del organismo y ha comunicado que no deberíamos esperar un cambio en los estímulos actuales, al menos, en el corto plazo. No obstante, sí ha reconocido que los niveles actuales de inflación, sustancialmente por encima del objetivo marcado, es algo que monitorizan cuidadosamente, pues realmente estamos en un entorno nunca visto: una recuperación económica regada como nunca antes por estímulos monetarios y fiscales.
Al margen de lo dicho, el día transcurrió con bajos volúmenes de cotización, lo que favoreció que los movimientos fuesen algo más acusados de lo que serían en un día no estival. Las bolsas europeas cedían terreno lastradas por el comportamiento de las compañías relacionadas con la energía limpia, pues la noticia de que la administración Biden podría ampliar los aranceles a la exportación de torres eólicas a niveles prohibitivos (hasta un 70%), provocaba grandes caídas en el sector e incluso algún que otro profit warning como el de Siemens Gamesa.
La positiva publicación de los datos de peticiones de subsidio por desempleo en Estados Unidos no evitaba una jornada, también, en números rojos, con caídas lideradas por el sector tecnológico, desanimado por las palabras de los gestores de Taiwan Semiconductor, uno de los mayores fabricantes de semiconductores del mundo, que la escasez y el cuello de botella en el suministro de estos componentes se mantendrá hasta bien entrado el año 2022.
Para que nos mantengamos en tensión hasta el último momento de la semana, hoy conoceremos datos de ventas minoristas y de sentimiento inversor en Estados Unidos, los cuales pueden darnos información que nos empuje a seguir opinando y llenando ríos de tinta en torno a la inflación.
Buen fin de semana.
Llámanos 
