Buenos días.
Ya estamos a lunes tras un fin de semana intenso en lo que a la marca España se ha referido. Después de varias semanas de espera, al fin tenemos lo que tanto tiempo veníamos esperando, soluciones a nuestra crisis particular y fútbol internacional, o lo que es lo mismo, pan y circo. Dejando a un lado el carácter frívolo del fin de semana, hay que centrarse en lo que de verdad nos preocupa, el apoyo financiero que nos presta Europa.
Han sido semanas de rumores y especulación, pero finalmente el sábado por la tarde el gobierno se veía obligado a hincar la rodilla ante Europa y zanjar de una vez por todas los debates sobre si España necesitaba alguna clase de rescate, total o parcial para el sector financiero, convirtiéndonos así en el cuarto Estado de la zona euro intervenido durante esta crisis. La situación de la banca española se había convertido en un lastre para la imagen española, la cual necesitaba un cortafuegos urgente en forma de recapitalización de las entidades, rescate, apoyo financiero o como queramos llamarlo, pero al menos a priori, sin contraprestaciones. Las autoridades continentales no estaban dispuestas a llegar a la verdadera prueba de fuego del euro, las elecciones en Grecia este domingo, con el asunto de España en el tintero.
Lo más curioso de todo esto ha sido ver cómo lo que de verdad se rescataba era ese lenguaje político tan dado a deformar la realidad, hemos pasado de maquillar como desaceleración los signos de una crisis, a definir como apoyo financiero el rescate de la banca, dado que por mucho que sea el FROB el que canalizará los fondos, es España como Estado soberano quien solicita la ayuda. Que no haya reformas a cambio de dinero no significa que podamos disponer libremente de los fondos europeos (hasta 100.000 MM EUR), la pérdida de credibilidad que se ha ganado España en los últimos meses ha llevado a que ese tipo tan simpático al frente del Ministerio de Finanzas alemán haya dejado bien claro que la troika se encargará de la supervisión del proceso, mientras que Almunia ha sido el encargado del desengaño: “Quien da dinero nunca lo da gratis”.
Una vez el asunto España se encauza, nadie se olvida de la verdadera amenaza para la supervivencia de la moneda única, que no es otra que el resultado de las elecciones en Grecia. Habrá que ver hasta qué punto los partidos radicales helenos repiten o mejoran los anteriores resultados, hasta qué punto captan la frustración de los electores o hasta qué punto penetran en su orgullo, de lo que se podría desprender una crisis imprevisible para Grecia y para la zona euro. Pero frente a una imagen tan sombría las encuestas muestran que las formaciones pro-recortes pueden disponer de la mayoría suficiente para formar Gobierno.
Ya para terminar comentar que ayer hubo otra cita de gran trascendencia en Europa, la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, en la que se consolida la oleada rosa del flamante presidente François Hollande, pero con el rescate a la banca española esto quedó relegado a un segundo plano.
Buen día
Amílcar Barrios Vilallonga
Gestión de Carteras
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