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28/02/2022 AUTOR: Jorge González Morning meeting

Todos los ojos centrados en la rentabilidad del bono americano

Quién nos iba a decir el jueves por la mañana que las bolsas iban a comportarse de la forma que lo hicieron el viernes pasado o incluso el mismo jueves en el caso americano. Parece que a los inversores les de igual la desgracia humana y cuando ven un resquicio para subir, lo hacen con fuerza.

Aunque se esperaba una incursión rusa en Ucrania, los inversores parecían sorprendidos por la decisión del presidente ruso Vladimir Putin de lanzar una invasión a gran escala más allá de la región separatista de Dombás. El jueves, el índice S&P 500 se desplomaba hasta los 4115 puntos, casi un 15% por debajo de su máximo de principios de año, lo que lo colocaba firmemente en territorio de corrección. Pero desde entonces ha rebotado hasta los 4335 puntos. El conflicto también se dejaba notar en los mercados de renta fija. Durante gran parte de la semana, los inversores se apresuraron a buscar activos seguros, lo que hizo que la rentabilidad de la deuda pública a más largo plazo bajara y el dólar estadounidense subiera, particularmente frente al rublo ruso y otras monedas de mercados emergentes. Pero la deuda de los principales países del mundo al final terminaba cerrando en niveles parecidos a los del inicio de la semana. Donde sí se han dejado notar las ventas ha sido en la deuda corporativa de peor calidad.

Los inversores pueden haberse agarrado al hecho de que las sanciones occidentales contra Rusia no fueron tan severas como algunos temían, particularmente con respecto a su sector energético. O de la mínima opción de que finalmente los rusos y los ucranios se sienten a negociar. Además, varias publicaciones de beneficios empresariales, sorpresas al alza en los datos relacionados con los pedidos de bienes duraderos y el gasto personal de enero en EE.UU. también pueden haber fomentado el rebote.

Ahora todos los ojos vuelven a centrarse en la rentabilidad del bono americano. La guerra siempre es inflacionaria, pero los responsables de las políticas de la Fed y el BCE tendrán que sopesar la compensación entre las condiciones financieras y los precios más altos de las materias primas —tanto Ucrania como Rusia se encuentran entre los principales exportadores de varios cereales— y Rusia es un importante proveedor de aluminio, titanio, níquel y especialmente paladio. La suspensión por parte de Alemania de la construcción del gasoducto Nord Stream 2 que suministra gas natural desde Rusia a Europa occidental, junto con las sanciones a las exportaciones de petróleo rusas, es probable que acabe de dar el empujón final a la inflación mundial.

Al menos llegaba alguna buena noticia desde el frente macroeconómico. El sentimiento de los consumidores ha mejorado en febrero, pero menos que en la primera estimación de la Universidad de Michigan. Las opiniones sobre las condiciones actuales han mejorado más de lo esperado, mientras que las expectativas disminuyeron menos de lo esperado. Las preocupaciones sobre las condiciones actuales estaban relacionadas con la situación financiera, los ingresos, el poder adquisitivo y el aumento de los tipos de interés; las expectativas han disminuido menos de lo previsto respecto a la situación futura de los negocios. Asimismo, la disposición a comprar artículos ha disminuido moderadamente con respecto al mes anterior. Algo que no se dejaba notar en los pedidos de bienes duraderos, aunque los datos en ese caso eran de enero. Lo que no deja de subir es la inflación americana, mientras los ingresos personales se mantienen estables, provocando una caída del poder adquisitivo. De igual manera, la inflación francesa aumentaba muy por encima de las estimaciones, como los precios de producción del país vecino.

Esta semana estaremos pendientes del avance de los acontecimientos en Rusia. Han aumentado las sanciones durante el fin de semana y hoy podríamos tener alguna reunión negociadora que sirva de apoyo a unos inversores que parecen haber perdido el optimismo con el que terminaron la semana pasada. También tendremos que estar pendientes de la evolución de varias materias primas, especialmente del petróleo —no se descarta volver a ver al Brent por encima de los 100 dólares el barril— y de una batería de publicaciones macroeconómicas entre las que destacan los datos de empleo estadounidenses y los datos de inflación alemana. Además, conoceremos los PMI finales de febrero.

Buena semana.

Jorge González Gómez
Director de Análisis

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