Durante la mayor parte del año pasado, los principales indicadores económicos de la mayoría de los países desarrollados se mostraron sólidos, lo que en teoría debería favorecer a las empresas de valor, así como a los sectores cíclicos.
Sin embargo, el índice Russell 2000 Growth continúa registrando un mayor rendimiento que el índice de empresas de valor de pequeña capitalización, al igual que ha ocurrido durante los últimos quince meses. De hecho, durante el primer trimestre del año, el índice Russell 2000 Value registró una caída del 2,6%, frente a la ganancia del 2,3% del Russell 2000 Growth.
Desde una perspectiva histórica, no es lo más habitual. Normalmente, las empresas de crecimiento registran mejores resultados durante los periodos de estabilidad o de contracción del crecimiento económico, no durante los periodos de expansión de la economía mundial como el que tenemos ahora. Por otro lado, las empresas de valor de pequeña capitalización suelen llevarse la mejor parte cuando se registra una aceleración del crecimiento económico. Por el contrario, muchas empresas de crecimiento se muestran más sensibles a los tipos de interés, por lo que su rendimiento ha sido inferior al de las empresas de valor en periodos de subida de los tipos.
¿Por qué, entonces, el comportamiento de los inversores en empresas de pequeña capitalización parece no coincidir con la reciente actividad económica? Es posible que sea culpa de la psicología. El singular fenómeno mental conocido como «sesgo de confirmación» suele impedirnos reconocer los cambios y las correcciones de los efectos negativos. En la práctica, provoca que los inversores presten mayor atención a aquella información que confirma sus ideas preconcebidas y reaccionen más tarde a la información que cuestiona sus ideas o percepciones.
Pensamos que esta es una de las razones por las que muchos inversores no acaban de fiarse de la sostenibilidad de la aceleración de la economía, y prestan escasa atención a las empresas y sectores que para nosotros ofrecen las mejores perspectivas de crecimiento de beneficios.
No sabemos cuándo va a cambiar esta mentalidad. Sin embargo, si bien somos conscientes de nuestros propios sesgos, pensamos que la economía va a continuar creciendo y observamos un mayor potencial de beneficios en las empresas de pequeña capitalización de sectores cíclicos con exposición global.
Después de todo, aun en el caso de que los principales indicadores económicos hayan alcanzado ya su nivel máximo o se encuentren cerca de hacerlo, pensamos que una transición hacia un entorno de crecimiento más lento también generaría un rendimiento positivo, aunque más reducido, de las empresas de pequeña capitalización, ya que la economía continúa expandiéndose a un ritmo más moderado.