¿Es posible invertir en mercados emergentes de forma sostenible?

En primer lugar empecemos por prestar atención a los mercados emergentes como clase de activo.

Estamos ante una región heterogénea compuesta por países que se encuentran en diferentes fases del ciclo y con idiosincrasias propias. Dicho esto, lo que sí está claro es que, en términos generales, desde hace algo más de un año hemos asistido a una clara mejora en sus fundamentales. Son los países con una población menos envejecida, que, por tanto, consume más y además cuentan con menores niveles de deuda frente al PIB. Si esta es la realidad a nivel económico, si nos centramos en las compañías encontramos valoraciones atractivas y tasas de crecimiento más altas que las que están ofreciendo las empresas de países desarrollados. ¿Cuál es el resultado de esta ecuación? Sin duda, los mercados emergentes han de estar representados en las carteras de los inversores. Han de estarlo siempre —su peso variará en función del perfil de riesgo de cada inversor— y a largo plazo. Muchas veces los inversores han sobre-reaccionado ante determinadas noticias y o bien han deshecho posiciones antes de tiempo o han perdido interesantes momentos de entrada; lo que nos enseña una premisa muy sencilla: resulta clave delegar la gestión en un profesional experto que tome las decisiones por nosotros.

Una opción interesante para aprovechar este potencial de crecimiento que ofrecen las economías emergentes es hacerlo a través del fondo Vontobel Fund- mtx Sustainable Emerging Markets Leaders fund. Como gestores activos, componemos nuestra cartera a partir de la selección pura de compañías. En efecto, cuando analizamos una empresa nos centramos en identificar, dentro de las regiones emergentes, aquellos líderes sectoriales que están estructuralmente en una mejor posición que sus competidores, que generan un retorno superior sobre el capital invertido y que —y este es un filtro igual de relevante para nosotros— cumplen con los requisitos clave de nuestro marco ASG (social, medioambiental y de gobierno corporativo). Por supuesto, también prestamos atención a las valoraciones, para no pagar demás por una compañía y, frente a otros competidores, no creemos que la filosofía de excluir países o industrias sea una buena estrategia. Dicho esto, dentro de cada sector, y en esa búsqueda activa por empresas líderes, sí excluimos las entidades que más contaminan o aquellas con peores políticas de retención del talento, pues estas prácticas pueden acabar teniendo una repercusión directa negativa en sus resultados.

A nivel general, pensamos que con independencia del país de origen o sector en el que opere una compañía, hay una serie de cuestiones que han de ser contestadas. ¿Estamos ante un modelo de negocio que en los próximos años podrá seguir siendo líder de tal manera que la empresa continuará ganando cuota de mercado y podrá aumentar su oferta de productos? También es importante tratar de entender a qué tipo de clientes se dirige una compañía y por qué dichos clientes compran sus productos/servicios. En definitiva, una gestión activa, basada en un minucioso y completo análisis que permita detectar los líderes actuales y del futuro.