Buenos días.
De cuando el sistema bancario en la sombra se había convertido en una amenaza seria para la economía mundial a hoy, poco se había estado hablando de China. Los temores acerca del crecimiento del gigante asiático han vuelto a renacer tras una seria de indicadores económicos que han vuelto a poner el «aterrizaje brusco» en boca de todos, si bien el PMI manufacturero ha batido las expectativas, puesto que ha subido hasta 50,5 puntos, cuando las previsiones lo colocaban en la barrera de los 50. A ello le sumamos las declaraciones del ministro de finanzas chino, el cual ha negado el lanzamiento de nuevos estímulos fiscales porque hayan salido «dos» datos malos … un pulso a los mercados quizás.
Por su parte, el BCE sigue alertando sobre el enfriamiento de la actividad experimentado en sus dominios y reafirmando su compromiso para hacer lo que sea necesario por y para la zona euro, así como recordar que la inflación está y estará en niveles bajos. En términos generales poca novedad. Por si existieran dudas con las palabras de Mario Draghi, la confianza del consumidor europeo retrocedió en septiembre por cuarto mes consecutivo, lo que despierta legítimas dudas sobre el corto plazo.
Tampoco fue ayer la jornada macroeconómica de EEUU. La venta de vivienda de segunda mano de agosto cae en agosto hasta 5,05 millones de ventas, en contra de la estimación de 5,20, similar al indicador de actividad de Chicago, que se sitúa en -0,21 frente al +0,26 esperado.
La curiosidad del día de hoy viene del lado de la micro y no nos referiremos a los diez millones de teléfonos que ha vendido Apple en tres días, sino a los rumores crecientes que apuntan a que Caixabank y Banco Sabadell podría imitar el ejemplo de sus competidores escoceses, es decir, poner en marcha sus «planes de contingencia» en caso de independencia de Cataluña.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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