Buenos días.
Pues no va Grecia, un país quebrado que sobrevive dentro del euro gracias a que sus socios, acreedores y en muchas ocasiones patrocinadores están ahí, y tira del recurso fácil, el de acusar al enemigo exterior de dificultar las negociaciones con un gobierno cuyo bautismo de fuego consistió en cambiar el nombre de la troika por el de las Instituciones. Y si eso no es suficiente, el mercado ha decidido obviar eso que dice que nunca se luche contra los bancos centrales. Apenas tres semanas después de que Mario Draghi rechazara un final anticipado del QE a día de hoy, los inversores han decidido hacer todo lo contrario a lo que indica la prudencia. Si vienen luego los lamentos…
Con este cóctel y sin descorrelación que valga entre activos, nos plantamos ante el nerviosismo en la renta variable y la deuda periférica, otra vez más en movimientos excesivamente agresivos. Porque en relación a la compra de activos del BCE, ahora no gustan ni la revisión al alza de las expectativas de crecimiento de la CE, ni el repunte de la inflación (olvidando el miedo a la deflación) ni tampoco la recuperación de un sector petrolero castigado y deprimido en exceso.
EEUU pasa un tanto de largo por lo que es Europa, que con el dólar y los tipos ya tiene más que suficiente como para preocuparse por una unión monetaria diseñada sin pilares maestros. Efectivamente la apreciación del dólar está resultando una complicación, como demuestra el déficit de la balanza comercial, más y más amplio, mientras que el ISM del sector servicios correspondiente a abril alcanza máximos de cuatro meses, quizás una señal de que la economía norteamericana no está tan mal como se creía.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones