Buenos días.
Como viene siendo recurrente, nos enfrentamos a otra semana “clave” en el futuro del euro. Después de que el pasado jueves el BCE se confirmarse como guardián de la divisa comunitaria anunciando un programa de compra de deuda pública de países con problemas de acceso a los mercados de capitales (esto es: Italia y España); ahora es el turno de los políticos al frente de sus Gobiernos.
Empezamos con Alemania, en donde se espera que el miércoles el Tribunal Constitucional apruebe la constitucionalidad de la participación de este país en los fondos de rescate europeos. A continuación será España quien acapare las miradas de los inversores pendientes de que nuestro país solicite formalmente asistencia financiera a la Unión Europea. Se da por hecho que lo hará, pero la clave estará en la condionalidad que lleve aparejada dicha ayuda: lo que espera el Gobierno es que las condiciones impuestas no sean muy estrictas para no ahogar más al crecimiento, por el bien del país, y seguramente que no le tenga que meter mucho la mano en las autonomías… ¿por el bien del partido?
Y como no todo es Europa saltamos a EEUU, donde el miércoles se reunirá la Fed en su Comité de Mercado Abierto (FOMC), donde es posible que se anuncien nuevas medidas de estímulo monetario. Y es que a pesar de que los datos macroeconómicos americanos no están siendo muy malos en general, sí los están siendo los de mercado laboral, en particular (o al menos no tan buenos como sería necesario). Por ello, el viernes tras publicarse un dato de creación de empleo correspondiente al mes de agosto muy inferior al esperado (96.000 vs 130.000e), las bolsas no bajaron, sino lo contrario, mostraron su mejor cara esperando que Ben Bernanke abriese la mano esta semana.
Por último China, que insufla optimismo después de que la semana pasada diese luz verde a 60 proyectos de infraestructuras, que equivaldrán al 2,1% del PIB (124.000 millones de euros).
Buen lunes,
Montserrat Formoso Fraga
Gestión de Carteras
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