Buenos días.
Por si alguien alberga dudas sobre el todopoderoso papel de los bancos centrales, el día de ayer refleja fielmente esta situación, ya que en el frente reina la calma a la espera de que Fed, BCE o PBoC muevan ficha, por lo que no serán los resultados, ni el petróleo ni muchos de los indicadores económicos los que le digan a los inversores hacia qué activo enfocar. Y como de todas maneras toca comentar lo que sucede y pasa cada día, vamos a ello.
Aunque con poco impacto, hubo algo en materia de declaraciones de miembros de autoridades monetarias, con algo más de prudencia de lo que había sido habitual en ambos casos. Williams (Fed de San Francisco) no quiso matizar para cuándo podemos esperar subida de tipos en EEUU a pesar del buen tono de la actividad real, mientras que el austriaco Ewald Nowotny habló de la necesidad de hacer más para impulsar el crecimiento de la zona euro, aunque esta vez no dijo nada de más QE para insuflar inflación artificial.
Los daños colaterales del petróleo han sido muchos, extensos y variados, pero la fuente de rumores que los rodea es aún mayor, y ahí está el último ejemplo de Arabia Saudí. Hablando del oro negro, que ayer volvió a perder los 50 dólares el barril, la comisión parlamentaria brasileña encargada del macroescándalo de corrupción de Petrobras exculpó ayer a Dilma y Lula del mismo, lo que puede ayudar a rebajar algo la presión sobre la actual presidenta.
Por último, en resultados tampoco ayer fue día de grandes celebraciones … o sí para los cortos. La tecnológica IBM, la relacionada con el petróleo Halliburton, o Morgan Stanley, publicaron cifras que iban de decepcionantes a muy decepcionantes. Quizás la entidad financiera norteamericana respira a pesar de todo al ver que las posibles nuevas exigencias de más capital que propone el BCE no tienen incidencia directa en aquella orilla del Atlántico.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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