Los consumidores alemanes han preferido pensar en positivo

Buenos días.

La última semana de julio abre girando alrededor de los enfrentamientos abiertos en tres de los continentes, casi lo mismo, cuando es posible, de los indicadores económicos y de unos resultados empresariales que una vez más están dejando atrás las previsiones del mercado.

Con Ucrania en el horizonte, los consumidores alemanes han preferido pensar en positivo a pesar de los fuertes nexos comerciales que unen a la locomotora europea con Rusia, tal y como muestra la tímida subida del índice GFK. Dicho esto, en el otro extremo está la confianza de los inversores medida por el instituto IFO, dado que la caída fue mayor de lo esperado por el consenso. Pero si por algo destacó Rusia a lo largo del viernes, fue por la tercera subida de tipos en lo que va de año para frenar la salida de capitales y contrastar por medio de la rentabilidad el riesgo inherente a invertir en dicho país.

Pasando del este al oeste de Europa, la economía británica sigue dando muestras de que las diferencias con el resto del continente también tienen que ver con las condiciones económicas. El PIB 2T14 cumple con las estimaciones al crecer, igual que en el primer trimestre del año, ocho décimas.

También de Portugal salieron buenas noticias después del miedo que la situación del grupo Espírito Santo había pesado sobre el conjunto de los mercados internacionales. Ni la viabilidad del holding ni el no del Tribunal Constitucional luso a algunas medidas exigidas por la troika han sido suficientes para evitar un incremento de la nota crediticia del país, que así pasa a Ba1, es decir, a un solo paso de salir del nivel de «bono basura», pero es que la mejora de las condiciones financieras no está siendo patrimonio exclusivo de España o Italia.

Por último para el día de hoy mencionar los pedidos de bienes duraderos en EEUU, que crecen un 0,7% en junio tras la caída de un punto porcentual en mayo.

Buen día.

Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones