La temporada de presentación de resultados prosigue sin mucho sobresalto

Buenos días.

La actualidad del viernes y el resto del fin de semana nos ha dejado poco más que nada, desde una estricta perspectiva de los mercados financieros, puesto que la pseudoguerra de Gaza, pero muy especialmente la incertidumbre en torno al avión derribado en territorio rebelde ucraniano siguen marcando el paso de unos inversores atenazados por el miedo a un final desordenado en caso de que se demuestre la mano de Rusia en este atentado, que muy probablemente tendría un gran impacto en la actividad económica internacional si obligara a Occidente a aplicar, esta vez sí, verdaderas sanciones al régimen de Vladimir Putin.

Desde el frente macroeconómico tan sólo hubo noticias en EEUU, con un resultado algo decepcionante. La confianza del consumidor de la Universidad de Michigan no sólo no cumplió las previsiones, sino que se queda en julio por debajo del mes anterior, similar al Índice de indicadores líderes, que creció un 0,3% en junio, cuando se esperaba que lo hiciera dos décimas más como sucedió en mayo. En Europa lo más llamativo fue el mensaje alemán lanzado por Jens Weidmann, en el que alerta (en el mejor de los casos) sobre la necesidad de seguir con las reformas estructurales y controlar el déficit.

La temporada de presentación de resultados prosigue sin mucho sobresalto. Destacan General Electric, que ha publicado un incremento del 13% de los beneficios con un BPA en la línea del consenso o la sueca Ericsson, cuyo beneficio ha crecido un 76% en el segundo trimestre tras dejar atrás una costosa restructuración.

Buen día.

Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones