Buenos días.
Esperar y ver es la consigna para la montaña rusa que tenemos por delante en el día de hoy. Grecia no pagará al FMI los EUR 1.500 MM que tendría que devolver por algo tan simple como que el señor Tsipras prefiere jugársela a terminar por romper la cuerda. Con la excusa para sus votantes de que el grexit supone un coste inasumible para Europa, el primer ministro heleno sigue a lo suyo, pretendiendo hacer creer que la vuelta al dracma, con el orgullo en pie, eso sí, puede llegar a ser incluso mejor que seguir con el programa de rescate. Esperar y ver pues.
Por su parte, la postura de los acreedores sigue siendo, al menos en apariencia, la de disposición a negociar pero sin entreguismo. Esa es la línea que siguen tanto las instituciones europeas como todos y cada uno de los Gobiernos miembros del euro. Respecto al referéndum del domingo, la posición del bloque también está siendo unánime, al advertir que el «NO» significa un «NO» a permanecer como un socio fiable dentro de la zona euro y la UE. La paciencia se agota por segundos, incluso para el BCE, que ya ha dejado cristalino que en estas circunstancias no hay opción de ampliar la financiación de emergencia para una banca griega que de otra manera ya estaría muerta.
El efecto Grecia se deja notar entre los ciudadanos europeos respecto a las perspectivas de futuro, tal y como se puede observar en la confianza económica, que retrocede ligeramente siguiendo la línea de otros indicadores similares. De todo lo demás que no es Europa poco que decir más allá de otro buen dato del sector inmobiliario en EEUU, en este caso la venta de vivienda pendiente.
Un último apunte: el IPC interanual español vuelve a terreno positivo después de un año entero.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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