Buenos días.
Había posibilidades de que se cumplieran los escenarios extremos en relación a la crisis griega, pero finalmente parece imponerse el principio de realismo a la hora de gobernar. O lo que es lo mismo, Europa, con Alemania a la cabeza, ha enfriado las soflamas preelectorales de Syriza, obligándoles a aceptar un programa de reformas que, eso sí, sale inicialmente de Atenas pero necesita al apoyo comunitario. Con este golpe sobre la mesa, las autoridades europeas han demostrado firmeza frente a la insostenibilidad de las cuentas públicas de los Estados, alumbrando nuevamente el camino que deben seguir para tratar de salir definitivamente de la crisis de deuda.
Lo cierto es que Grecia parece hoy por hoy una isla en medio del resto de Europa hablando en criterios estrictamente económicos. Después de conocerse el gran superávit por cuenta corriente gracias al tirón de la balanza comercial, la lectura preliminar de los PMI de febrero quiere ayudar a confirmar el cambio definitivo de tendencia. A modo de resumen terminaremos antes comentando los dos únicos puntos negros, que son el indicador de servicios de Francia aún por debajo de 50 puntos y el de manufacturas de Alemania, el cual retrocede unas pocas décimas, pero todavía por encima de la mencionada frontera.
A pesar de que el precio del petróleo se esté estabilizando en valores relativamente bajos, al menos de momento, esto no ha sido impedimento para que Moody’s haya degradado la calificación crediticia de Rusia a grado especulativo con el pretexto de la profunda recesión que encarará el país durante el presente año.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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