Ya casi finalizada la temporada de resultados en Estados Unidos con incrementos de beneficios cercanos al 2%, las relaciones comerciales vuelven a ser protagonistas.
La cartera de Adriza Neutral FI acumula una rentabilidad en el año del 7,75%. Apenas ha cambiado la atribución por activos de este buen comportamiento, con la renta variable como principal motor (75% del total). Las recientes subidas de esta última y la relajación de spreads de crédito a la que hemos llegado parecen haber dado paso a una fase de ajuste en precios. Así, este mes de mayo la renta variable europea cae un 2,2% (S&P 500), algo menos que la europea, un 4,4% (Euro Stoxx 50). Por el lado de la renta fija de mayor riesgo high-yield, los seguros de impago (CDS) se encarecen en 14 puntos básicos en Estados Unidos y 32 en Europa.
Como ya hemos dicho en varias ocasiones, la negociación de cualquier acuerdo arancelario exige tiempo y, en su transcurso, existen muchas cesiones y concesiones que las partes deben realizar a sus homólogos. Tras el aparente estancamiento en el que se encontraban, Donald Trump ha decidido activar la ya amenazada subida arancelaria, algo que, en el corto plazo, no ha gustado al mercado, ni tampoco la respuesta de China también con aumentos arancelarios desde el próximo 1 de junio. Indudablemente el contexto negociador se ha tensionado de forma considerable. Sin embargo, debemos ver los acontecimientos con mayor perspectiva y no dejarnos llevar por el corto plazo de los mercados: en nuestra opinión, las negociaciones, aunque quizá estancadas ahora mismo, continuarán durante las próximas semanas o meses hasta formalizar, inevitablemente, un acuerdo entre las partes, lo cual no exime del perjuicio económico que esta extensión, o menor ritmo en alcanzar consensos, tenga sobre la economía.
A las dificultades de la negociación americano-china se está uniendo la incertidumbre sobre los resultados de la reunión del Departamento de Comercio de Estados Unidos, que se conocerán a finales de esta semana y en la que se harán importantes consideraciones sobre la industria automovilística americana. Según sean las conclusiones, podrían ser el catalizador de una subida arancelaria para las importaciones de automóviles de Estados Unidos, algo que el mercado podría estar poniendo en precio. Nuestra exposición en activos de renta variable al sector autos se encuentra en el 4%, lo que representa un 11,4% de la exposición total a renta variable.
Ya hemos comentado en otras ocasiones que los múltiplos de valoración no nos parecían bajos, aunque tampoco exigentes. Lo anterior, junto con un contexto económico, ciertamente menos boyante que el de hace un año, hizo que realizásemos coberturas hace varias semanas, razón por la cual actualmente nuestra exposición a renta variable es mucho más discreta, encontrándose en el 35%, casi 18 puntos porcentuales menos de lo que llegamos a tener a principios de este año.
Recuerden: si las letras del Tesoro ofrecen rentabilidades negativas, no hay retorno sin riesgo y, como siempre, “Tengan cuidado ahí fuera”.