Tras las correcciones iniciales de la semana, los activos de renta variable continúan exhibiendo fortaleza frente a la alternativa de los de renta fija, cuyas rentabilidades siguen presionadas a la baja.
Empecemos con los resultados:
Octubre se ha iniciado con correcciones moderadas en las bolsas. Los descensos, a grandes números, van desde el 2% en Estados Unidos al 4% en Europa. La presión vendedora ha afectado a todos los sectores, si bien energía, materiales básicos, bancos y autos están siendo los más afectados. De nuevo, los temores a cierta reversión del ciclo económico han pesado en el mercado a raíz del flujo de datos de esta semana, principalmente revisiones de indicadores adelantados PMI. La tasa de paro en Estados Unidos, conocida el pasado viernes, se ha reducido hasta el 3,5%, cota no vista desde finales de la década de los 60.
El comercio internacional, del que recientemente hemos tenido poco flujo de noticias, ha continuado derivando esta semana hacia mayores tendencias proteccionistas. Estados Unidos ha impuesto a Europa aranceles sobre 7.500 millones de euros en productos relacionados con el queso, whiskey y aviones, entre otros. Aunque cuantitativamente el impacto de esta medida no es relevante, cualitativamente no podemos perder de vista las intenciones implícitas, y valorar hasta qué punto podría haber un recrudecimiento potencial de la guerra comercial. En cualquier caso, pensamos que la manufactura europea ya ha demostrado estar afectada por el largo período de incertidumbre, así como los servicios, cuyo contagio ya ha quedado también confirmado.
La corrección de precios que comentábamos con que se inició esta semana y los bajos niveles de exposición a renta variable con la que la iniciamos, nos permitió poder incrementar exposición mediante compra de opciones call que en su momento habíamos vendido para reducir los costes de las coberturas sobre los índices Nasdaq 100 y Euro Stoxx50. Manteniendo las coberturas (puts compradas), nuestra exposición actual asciende al 32,6%.
Seguiremos siendo prudentes de cara a la recta final de año, a la vez que pensamos que el catalizador principal del movimiento de los precios en este período vendrá dado por los resultados empresariales del tercer trimestre y el sentimiento o guidance de las compañías para el próximo año.
Recuerden: si las letras del Tesoro ofrecen rentabilidades negativas, no hay retorno sin riesgo y, como siempre, “Tengan cuidado ahí fuera”.