Las bolsas se tomaron un respiro tras varias sesiones de subidas. Podría parecer que estoy copiando el morning que escribí el primer jueves de octubre, pero es que la tónica ha sido bastante parecida. La sesión comenzaba animada tras la presentación de resultados de ASML Holding, fabricante neerlandés de sistemas de fotolitografía (dispositivos que permiten producir circuitos integrados). Existe bastante pesimismo alrededor de la industria de semiconductores, tanto por el exceso de inventarios de los clientes como por las tensiones entre China y EE.UU. Pues bien, las cifras del tercer trimestre sorprendieron muy positivamente al mercado. No solo eso, sino que anunciaron un nuevo récord de pedidos. La industria de los semiconductores es responsable del auge de la electrónica de consumo, robótica, automoción, inteligencia artificial y un sinfín de temáticas relevantes. ASML es la encargada de que todo ello sea posible, gracias a los avances en sus sistemas. Esto hace que oportunidades como esta (hasta el martes llevaba un -43% en el año) sean difíciles de dejar escapar.
También llegaban noticias positivas al otro lado del Atlántico. Netflix sorprendía al mercado con un dato de suscripciones muy por encima de las estimaciones (2,4 millones vs. 1,09 estimado). Asimismo, esperan una fuerte captación para el cuarto trimestre (4,5 M vs. 4,08 est.) y en noviembre se disponen a lanzar nuevas opciones para visualizar su contenido con publicidad. Un verdadero cambio en las reglas del juego, con la inestimable ayuda de Microsoft, claro. Es realmente sorprendente cómo en medio de inversiones faraónicas de Amazon (Los anillos de poder) y HBO (La casa del dragón) quien se ha llevado el gato al agua ha sido Netflix, con el documental sobre Jeffrey Dahmer. Nunca den por muerta a la reina del streaming.
Los resultados empresariales están siendo bastante buenos, en líneas generales, para la debacle que esperaban los inversores. Hemos visto cifras y guías positivas en sectores muy variopintos: lujo (LVMH), semiconductores (ASML), salud (UnitedHealth o Johnson & Johnson), logística (Deutsche Post) o consumo básico (Procter & Gamble). Hay mucha dispersión entre compañías e industrias, pero puede ser ese clavo ardiendo al que agarrarnos.
No tuvimos apenas datos macroeconómicos de calado, salvo el dato final del IPC de la zona euro (9,9% y 4,8% subyacente) y viviendas iniciadas en EE.UU. (-8,1% vs. -6,7%), que siguen confirmando el descalabro del mercado inmobiliario norteamericano. Hoy, tendremos peticiones de subsidios por desempleo en EE.UU., un buen termómetro para ver si cede el mercado laboral.
Y para finalizar, quería dejarles una gráfica del S&P 500, para enseñarles la divergencia que se está mostrando con uno de los osciladores más usados: el RSI. Si bien no es muy útil en su cometido habitual —medir la fuerza relativa y detectar «sobrecompras» y «sobreventas»— sí lo es a la hora de dar señales de cambio de tendencia. Hace varias semanas que el indicador dejó de caer, mientras en el precio del índice vimos nuevos mínimos:
También avisó en marzo de 2020.
Feliz jueves.