Buenos días.
Grecia ya tiene gobierno y Europa ya tiene respuesta. En un tiempo asombrosamente récord de menos de veinticuatro horas, la cuna de la democracia tiene primer ministro «jurado» y firmado, producto de un acuerdo entre dos partidos en las antípodas ideológicas pero con un punto en común que lima todas las diferencias: fuertes ante Europa y no al pago completo de la deuda. Pero existe un problema. Y éste no es otro que todos sus acreedores sin excepción ya han hecho pública una máxima: no habrá quita, lo que pides lo devuelves, aunque sí pudiera ser negociable el periodo de pago. Así que estemos preparados para el retorno de la volatilidad de la mano de las negociaciones entre la troika y Grecia.
Durante la sesión de ayer los mercados obviaron el resultado de las elecciones helenas, quizás por estar descontado o quizás por saber que Europa está más preparada que hace unos años. Mejor fue centrarse en el IFO, medidor de clima empresarial de Alemania, que sube por tercer mes consecutivo y apuntala el cambio de tendencia tras los descensos del año pasado debidos al impacto de la crisis ucraniana.
Hablando del Este de Europa, S&P ha disparado contra la línea de flotación de Rusia al degradar a bono basura su rating soberano por primera vez en diez años. La agencia se escuda en las pobres perspectivas de crecimiento del país, así como en la pérdida de margen de maniobra en materia monetaria. No fue sólo el gigante eslavo el que sufrió a S&P, pues Grecia recibió una advertencia pocos meses después de que ésta le subiera la nota, y por supuesto con el asunto del rescate como cuestión.
Importante de cara al día de hoy el comienzo de la reunión de la Reserva Federal por lo que podamos saber en materia de expectativas de política monetaria.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones