Ayer fue un día de subidas en los principales índices mundiales, a la que no se sumaron ni el FTSE 100 británico ni el Hang Seng asiático. En el caso americano, los tres grandes índices vuelven a situarse en máximos con la excepción del Nasdaq, tras un día en el que se conocían unos datos de empleo semanal que no se desviaban de las estimaciones de los analistas y que no tenía gran incidencia a pesar de que las peticiones semanales iniciales de desempleo siguen disminuyendo. Poco a poco se empieza a notar que las recompras de acciones han vuelto tras el periodo de restricción cercano a la presentación trimestral de resultados. Además, las empresas tecnológicas y sanitarias vuelven a tirar de los índices, especialmente Apple y Microsoft.
El mercado sigue digiriendo los datos de inflación del miércoles. Esos que fueron elevados, pero que podrían suponer el pico tras el repunte de los últimos meses o eso es lo que piensa la mayor parte del mercado. Sin embargo, ayer conocíamos que el indicador de los precios de producción subía hasta el 7,8% en el mes de julio. Además, en el caso que excluye la energía y la comida, el ascenso se situaba en el 6,2%, muy por encima del 5,6% del mes anterior. Este nuevo repunte es achacado a los cuellos de botella, esos que se suponen temporales, pero que no terminan de resolverse y que con la variante delta en ascenso en Asia podrían incluso empeorar de cara al cierre del año.
A nivel corporativo, con casi la totalidad de las empresas del S&P 500 habiendo publicado sus cifras trimestrales, los inversores esperaban expectantes las cuentas de Disney. Números que conseguían batir las expectativas de ingresos, beneficios y de subscriptores en su plataforma Disney+, lo que permitía que las acciones subieran más de un 5% en el aftermarket.
En los mercados de renta fija, la subasta de bonos a treinta años del Tesoro de EE.UU. se saldaba sin grandes noticias, pero impedía que los bonos a este plazo se comportaran en línea con el resto de la curva, que se aplanaba algo, a la vez que aumentaban las rentabilidades exigidas. Movimiento que venía acompañado de una apreciación del dólar contra la mayoría de divisas.
Buen fin de semana.
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