Robbins es el principal responsable del Department for Exiting the European Union (DExEU), grupo de trabajo creado ad hoc para llevar a cabo un proceso completamente virgen en el, bastante ya, malparado cuaderno de bitácora de la Unión Europea. A partir de hoy, será oficialmente el «sherpa» —forma adoptada para designar a los líderes de cada bando— de la delegación británica. Al otro lado de la mesa encontramos a Michel Barnier, burócrata francés en la Unión Europea que, junto a Didier Seeuws, será el encargado de salvaguardar los intereses de la comunidad europea. No se extrañen al leer declaraciones agresivas —o políticamente incorrectas— por parte de estos «sherpas»; todo forma parte de un mediático proceso para «salvaguardar los intereses de los ciudadanos» y que comienza hoy mismo con la recepción de la misiva en Bruselas por parte de Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Al otro lado del Atlántico ya parece haberse olvidado el esperpento del pasado viernes en la Cámara de Representantes. Así, ayer las bolsas volvían a mostrar la fortaleza a la que nos tienen acostumbrados y reflejaban subidas superiores al medio punto porcentual en los principales índices norteamericanos, en buena parte ayudadas por el buen dato de confianza del consumidor elaborado por The Conference Board, principal referencia macro en la jornada de ayer, y que regalaba una lectura no vista desde el año 2000, 125,6 puntos vs. 116,1 de febrero y 114 esperados. También en el plano macroeconómico, aunque del lado europeo, el índice de precios de importación (0,7% vs. 0,4% e y 0,9% ant) repuntaba de la mano de los productos básicos y energía, componentes más volátiles del indicador.
Por último, y ya habituados a su volatilidad, el precio del petróleo repuntaba un 1% en la sesión de ayer ante las interrupciones de producción debido a protestas armadas en Libia y a la esperanza de nuevos recortes por parte de miembros y no miembros de la OPEP.
Buen día.
Pablo Nortes Planas
Dirección de Inversiones
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