Buenos días.
El impacto de la posible retirada de estímulos de la Fed ha sido bastante más que influyente en el comportamiento de los mercados durante las últimas semanas, pero ayer fue una de esas excepciones que raramente se dan ahora, días en los que la evolución económica tiene un peso determinante, bien sea en Europa bien en los propios EEUU. Y eso que un día antes de que comenzara la última reunión del FOMC en el presente año, Ben Bernanke dejó un recado que venía a decir algo así como que la Reserva Federal no está para hacer amigos, sino para tomar las decisiones (que crea) convenientes por difíciles que sean.
Lo dicho, los indicadores dominaron y fueron bastante positivos en términos generales. Empezando por EEUU, la producción industrial del mes pasado registró el crecimiento más alto en el último año, además del índice manufacturero de Nueva York, que volvía a terreno positivo dejando tras de sí una racha continuada de cuatro meses a la baja. Por su parte, el PMI compuesto (manufacturas y servicios) de Europa crece y se sitúa a un paso de volver a alcanzar los niveles de septiembre, los cuales marcaron máximos desde 2011. Pero conviene mirar no tanto por bloques intracomunitarios, como puedan ser el núcleo o la periferia, ya hay que hacerlo país a país, dado que las mejoras, con sus ligeros altibajos, de los España o Italia, así como la posición privilegiada de Alemania, se ven ciertamente desdibujados por la tónica negativa que distintas referencias están demostrando sobre el devenir de Francia.
De cara al día de hoy, el Eurogrupo se reúne para tratar de seguir fijando los cimientos de la unión bancaria, al menos de momento en lo relativo al nuevo programa de rescate de las entidades financieras, el cual ya cuenta con la reprobación de Mario Draghi por dos razones: la complejidad tan típicamente europea para la toma de decisiones y la falta de financiación para hacer frente a restructuraciones y liquidaciones.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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