Buenos días.
Hoy es un día con la atención para la Reserva Federal a pesar de la nominación de Hillary Clinton o los tests de estrés de la banca europea. Un paso en falso por parte del banco central tumbará los mercados sin que nos dé tiempo a darnos cuenta, aunque no es ésta la idea que tiene el mercado, que espera movimientos en materia de tipos para más adelante. Claro que como de costumbre, mejor no lanzar ninguna campana al vuelo cuando de un banco central se trata.
Gracias al gran comportamiento que se está reflejando en el calendario de indicadores económicos, las probabilidades de que la Fed pueda retomar el camino de las políticas ultraexpansivas ha sido borrado del mapa. No es que los datos estén siendo brillantes, pero sí al menos sirven para dar y dejar sensaciones positivas. Los publicados ayer mantienen esa tendencia, entre neutra y positiva: por un lado está el máximo en siete años que alcanza la venta de vivienda nueva mientras el regional manufacturero de Richmond pasa de -10 a +10, lo mejor respecto al precio de la vivienda Case-Shiller o la confianza del consumidor, dos referencias que prácticamente se quedaron donde estaban.
Hoy es macro y ayer era micro. El calendario de resultados empresariales, que en términos generales está batiendo las expectativas, no fue precisamente significativo en lo que al sector tecnológico se refiere, pues gigantes como Apple, Verizon o Twitter, o bien defraudaron o bien confirmaron unas cifras inferiores a lo que había venido siendo en periodos anteriores. Por su parte, los bancos europeos, ya enfrentados al dictado de las pruebas de resistencia del BCE, están sufriendo por culpa del entorno de tipos bajos o negativos como bien demuestran las cuentas de dos referentes como son Santander o Commerzbank.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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