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01/03/2017 AUTOR: Amílcar Barrios Vilallonga Morning meeting

Ayer vimos a un Donald Trump menos Donald Trump

Ayer vimos a un Donald Trump menos Donald Trump

El Donald Trump menos Donald Trump que se conocía asistió al Congreso sabedor de que las bravatas allí no iban a recibir aplausos ni ovaciones, por lo que fue el personaje presidente el que salió a relucir.

Así fue al menos en lo económico, dado que el campo más puramente ideológico, la inmigración, el Obamacare o el orgullo del ejército siguen siendo los campos de batalla de esta Administración. No así China, para la que han bajado los decibelios de los ataques, sabedores todos de que los intereses económicos son demasiado estrechos.

Los inversores esperaban atentos novedades en materia fiscal especialmente con una mezcla de ilusión y escepticismo. Y lo cierto es que las sensaciones no han cambiado en exceso tras las palabras del presidente. La rebaja fiscal para particulares y empresas no pasa todavía de promesa pero ahí está. Además se confirma la complicada intención de redefinir los pilares del comercio internacional y se mantiene la palabra sobre el gasto de un billón (de los nuestros) de dólares en inversión en infraestructura. Nadie tiene por qué negar que puedan ser más o menos necesarios, pero sí hay más consenso a la hora de prever un final descafeinado para todas o algunas de estas propuestas

Trump no ha recibido un país en estado catastrófico ni mucho menos, pero a nadie escapa que viendo los resultados que arrojan los indicadores de la economía de EEUU, algo falla a la hora de contabilizar la distribución de la supuesta riqueza generada en estos años si él ha llegado a la Casa Blanca. Porque el PIB mantiene sus tasas de crecimiento alrededor del 2% con el consumo como gran sostén de la actividad, afianzada ésta en las buenas perspectivas que se reflejan en la confianza de los consumidores (Conference Board), en máximos desde la burbuja puntocom.

Por mucho que la política fiscal siga tal o cual camino, la Reserva Federal no deja de ser omnipresente para evitar sobrecalentamientos. Será por esto por lo que el mercado ya ha pasado a darle una probabilidad del 80% a que la siguiente subida de tipos sea en marzo, como sugirieron dos de los miembros del banco central. La publicación del indicador de precios PCE, más plegado al día a día de la inflación que el IPC, hace tiempo que ronda el 2% y le da legitimidad a la Fed para acometer dicho incremento del precio del dinero.

Esta vez el buen hacer de la economía norteamericana no va solo, sino que tiene el apoyo de la Europa de los líos y de la China de las deudas. En el caso del gigante asiático, el PMI manufacturero elaborado por Caixin (el oficial tiene el «toque» del Gobierno) confirma que la tendencia del país asiático no sólo no se rompe, sino que va in crescendo. Hoy hay otro dato que en circunstancias normales pasaría algo más inadvertido, pero que puede estar expresando el buen momento por el que pasa la economía mundial, las exportaciones de la Corea buena, la del sur. El crecimiento en más de un 20% de esta variable se recoge con una positividad controlada en la medida en que en los últimos años el estado del comercio internacional coreano ha sido un medidor del global.

Por último queda una referencia al petróleo después de que Reuters hiciera pública la evolución del acuerdo de la OPEP relativo a la reducción de producción. Ya llega al 94%, pero nuevamente con truco, puesto que Arabia Saudí sigue teniendo que compensar lo que los otros miembros del cartel no quieren/pueden hacer.

​Buen día​.

Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones

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