Buenos días.
Los mercados se dejaron llevar ayer por un cierto optimismo posible por el cierre de la bolsa de EEUU, país plenamente centrado estos días en su celebración de Acción de Gracias y compras salvajes. Y hoy viernes Wall Street sólo funcionará a medio gas, así que tampoco debiéramos esperar mucha actividad, aunque Europa siempre puede aportar algo más que lo que nos dio ayer, que fue poco más que refrescar las expectativas de que el BCE, al estilo norteamericano, comparará más y más, y quizás sin utilidad alguna.
Así que con éstas, China ha vuelto con fuerza a los titulares. Las investigaciones sobre comportamientos fraudulentos de ciertas firmas de inversión han motivado un desplome en Shanghai más propio de agosto, además de obligar a las autoridades del país a prohibir de momento la operativa con derivados para particulares. El gran competidor regional que es Japón, vive una situación de aturdimiento económico del que, o bien hay difícil salida si hay que seguir por la vía del banco central, o bien supone un coste fiscal demasiado grande que el primer ministro Shinzo Abe no es capaz de terminar de asumir. En positivo para el gobierno nipón, el IPC general ha crecido tres décimas, pero lo negativo es que el subyacente va hacia atrás.
Una de las pocas referencias macroeconómicas de la sesión fue el PIB 3T15 español, que muestra una cara diferente de la actividad real del país. Hay un crecimiento del 0,8%, dos décimas menos que el trimestre anterior pero en la línea de lo que se esperaba. Sin embargo, lo importante es el hecho de que la demanda interna es la que impulsa este comportamiento, dado que el saldo exterior neto ha restado hasta medio punto porcentual al agregado.
Buen fin de semana,
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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