Buenos días.
Compañías e indicadores volvieron a capitalizar la atención de los inversores otro días más, pero no nos creamos que esto será lo habitual porque aún queda mucho y muy interesante por delante.
Y claro, ahí los bancos centrales se sitúan como los primeros de la clase. En el caso del británico porque la fuerte depreciación sufrida por la libra pudiera trastocar los planes de seguir bajando tipos, y en el del europeo porque los excesos de liquidez y de tipos cero suponen una amenaza latente para el sistema financiero. No afinaron tanto Carney y Draghi al hablar ayer sobre esto, pero su mensaje fue claramente orientado en tal dirección.
Desde el punto de vista de la macroeconomía, el IFO es el último indicador adelantado alemán que anuncia una mejora significativa de dicha economía, esperemos que con contagio al resto del continente. Por lo que a EEUU respecta, sorprendió el decepcionante índice de confianza de los consumidores de la Conference Board, en mínimos desde julio por culpa de una peor expectativa y sensación de los estadounidenses de a pie. Por el contrario, porque así es como se comporta el calendario de la economía de EEUU, dos bien, uno mal, el precio de la vivienda general y el de Case-Shiller crecieron en el mes de agosto unas décimas por encima de lo previsto.
Por la vía de los resultados, la atención era toda para Apple y la lenta pero posible y persistente constatación del cambio de compañía tecnológica a una de consumo, siempre, claro está, que no surjan nuevas ideas capaces de crear necesidades que antes no existían. Por primera vez desde nada menos que 2001, experimenta menores ingresos y beneficios. Pero mucho cuidado a quien quiera cobrarse una pieza que tiene por delante las campañas de Navidad y del famoso Black Friday, y que además disfruta en la lejanía de la «explosión» de Samsung.
Ya se habla poco de ello, pero la troika y sus planes de ajuste en Grecia siguen adelante. Si unos cumplen, los otros también, esa es la política. Así que ahora que casi hay Gobierno en España, poco tiempo le ha faltado a la Comisión Europea para exigir recortes para cumplir con el déficit, seguro que con medidas mucho más inteligentes que la de tener tres husos horarios desde Canarias a Baleares.
Buen día.
Amílcar Barrios Vilallonga
Dirección de Inversiones
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